SANTIAGO DEL ESTERO.- La gobernadora de Santiago del Estero, Claudia Ledesma, se comprometió a trabajar "para que la purpurina sea prohibida en todo el país", tras la muerte de un niño en esa provincia y remarcó que era "el cuarto caso" de deceso por aspirar ese polvo metálico decorativo.

En tanto, los restos de Mauro López Banegas, fueron despedidos esta mañana por sus familiares, vecinos y compañeros de la escuela 23 Manuel Belgrano en una sala velatoria céntrica. "Como gobernadora y santiagueña pero, fundamentalmente, como madre quiero hacer llegar, desde mi profundo dolor, mi más sentido pésame por la desaparición física de Maurito", indicó la gobernadora en un comunicado dirigido a la familia del nene que murió ayer tras pasar tres semanas internado.

El niño sufrió una falla multiorgánica tras aspirar en forma accidental la purpurina que había colocado en un silbato por lo que fue internado en grave estado porque había afectado a sus bronquios y su actividad neurológica que le provocó muerte cerebral y su deceso ayer.

La mandataria santiagueña remarcó en su comunicado su "apoyo incondicional para que la purpurina sea prohibida en todo el país ya que el de Mauro es el cuarto caso que sucede".

"Voy a utilizar todos los instrumentos que estén a mi alcance, para que su uso sea prohibido a nivel nacional y, así, nunca más tengamos que lamentar pérdidas como la de Maurito", añadió.

Asimismo, la esposa del senador Gerardo Zamora expresó que "como madre comparto el terrible momento que está atravesando Berta con toda su familia y le digo que estoy al lado de ella, sintiendo, padeciendo y viviendo su angustia por ésta irreparable pérdida pero, también, quiero que sepa que tiene todo mi apoyo para que pueda continuar el camino de la vida".

"Será tremendamente difícil, no tengo ninguna duda, pero nuestra Fé en Dios hará que pueda superar este durísimo trance de la vida", añadió la mandataria.

Los restos de Mauro López Banegas, fueron despedidos esta mañana por familiares y los niños con los que compartían el curso de segundo grado que llegaron en un colectivo a la sala velatoria céntrica.

Luis López, padre del niñ, se mostró abatido por el deceso y señaló: "No sé cómo vamos a continuar. No llego a creer lo que pasó. Teníamos fe en Dios, pero nada se pudo hacer".

La maestra del niño, Paola Bravo, expresó: "Nunca lo vamos a olvidar. Vamos a recordarlo como el niño cariñoso y divertido que era".

El cortejo fúnebre partió a media mañana hacia el cementerio de la localidad de Maco, distante unos ocho kilómetros al sur del centro de la capital provincial, donde fueron inhumados los restos del niño. (DYN)